La verdad, me pidieron escribir algo sobre la belleza de la mujer. He dado vueltas en mi cabeza y no sé cómo definir el término belleza en una definición específica, pero quiero contar al menos mi experiencia con este concepto.
He tenido mujeres hermosas a mi lado, con los mejores estilistas preocupados de su pelo, las mejores maquilladoras arreglando su rostro, los mejores diseñadores vistiéndolas y por qué no decirlo también, con los hombres más sexies desvistiéndolas, pero aún así, con todo eso, se sienten feas y faltas de afecto. Siempre creyendo en su imperfección, según el prototipo de modelo; queriendo cambiar su nariz, aumentar sus senos y así sucesivamente, nunca quedan contentas con ellas mismas.
Caso contrario, he compartido con otro tipo de mujeres, no tan agraciadas, pero llamativas y conquistadoras al máximo. No son el esteriotipo del que se presume hoy, pero aún así, son un imán de personas, porque la personalidad ayuda, y mucho. Con todo esto quiero decir lo que dice Cecilia Bolocco es la pura y santa verdad: “Belleza es 100% actitud”.
No quería empezar con tips inmediatamente de cómo borrar las ojeras, disminuir la papada o afinar la nariz, eso puede ayudar, pero si tú no crees lo que luces o no irradias seguridad, todo estos tips se van al tacho de la basura.
La belleza es mucho más profunda, la belleza que trasciende es la interior. La esencia de las mujeres se encuentra en lo que llevan por dentro e irradian hacia el exterior. Una mujer debe ser armónica, brillante, reluciente, con chispa y ganas de sonreír. La belleza física es superficial y es temporal en todas las personas. No esperemos tener 50 años para darnos cuenta que hace 20 años éramos mucho más lindas que ahora, pero que hoy tenemos la seguridad que no teníamos de adolescente. Sientan su belleza hoy, no mañana. Transformen su interior y atrévanse a cambiar, a jugar con ustedes mismas.
Cuando he tenido la oportunidad de maquillar o peinar a dueñas de casa o empleadas domésticas, que generalmente viven con otra ropa (nadie se arregla para hacer aseo), lo que más me llena al terminar el trabajo es cuando se miran al espejo y dicen: “Que linda me veo”. Y digo: “Sí, lo he logrado”. Una mujer sacrificada, que trabaja en pro de los demás y se olvido y postergó para el final, el hecho de ayudarla a mejorar su autoestima es lo que te hace vibrar en esta profesión. Tú también puedes. Descubre a la mujer linda y llamativa que está en ti. ¡Mujer tú vales! Mira la esencia y no las apariencias. Recuerda: Lo importante es el contenido, no el estuche.
Para:
http://www.misanfelipe.cl/2010/04/10/belleza-100-actitud/
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